Para celebrar la Primera Comunión de mi primo Albert, decidí darle una sorpresa y prepararle una mesa dulce futbolera sin que él lo esperara.
Cuando llegó al restaurante y vio como lo había decorado todo se puso las manos a la boca y vino corriendo a darme un abrazo, fue el mejor premio que pude tener después de haberle dedicado tanto tiempo.
Para decorar la mesa, la dividí en distintas secciones que forman parte de un partido de fútbol:
Vestuarios: Coloqué unas bolsitas de gominolas a rayas azul marino con una camiseta roja con el nombre de Albert y su número de equipo, enganchada con una pincita del mismo color. Unos push up pops rellenos de espaguettis dulces con una pegatina de una bota de fútbol.
Marcador: Dos bols con regaliz roja y melones a tono.
Estrategia: Merenguitos hechos por mí de color blanco y rojo.
Descanso: Un bote lleno de ladrillos dulces y brochetas de chuches.
Tarjeta roja: Una caja llena de servilletas rojas.
Botellas de agua con etiquetas a conjunto y pajitas con banderines en los que ponía "GOL".
La mesa de los niños, la arreglé con globos de helio y etiquetas con su nombre y la fecha de la celebración e hice dos centros con galletas.
Todas las ideas que tuve para este proyecto fueron realizadas por Juan Tirado, quien consiguió plasmar todo lo que imaginaba para una ocasión tan especial.
Obsequiamos a las niñas que asistieron con un capazo diseñado por "Didal" (www.didalonline.com) y a los niños con diabolos de "La caseta de l'arbre" de Burriana.
¡Fue un día muy especial e inolvidable!
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